Conocer el estado hídrico del olivo, controlar el estrés y mantener su equilibrio a lo largo del año son aspectos fundamentales a la hora diseñar una buena estrategia de riego, tanto en escenarios climatológicos adversos como favorables.

Mediante una estrategia de riego bien definida y ejecutada se logra potenciar el desarrollo vegetativo del árbol, proteger y conservar el suelo, predecir enfermedades y asegurar producciones campaña tras campaña. Además de conseguir un cultivo más rentable al controlar y reducir los insumos, principalmente, agua y energía. 


 

Situaciones climatologías complicadas como las acontecidas en 2015, un invierno seco, una primavera de escasas lluvias seguida de un verano de gran sequía y altas temperaturas y un otoño de sequía generalizada, influyen negativamente en la producción. A tenor de los crecimientos vegetativos del año anterior y de la escasa carga que soportó el olivo cabía esperar una elevada campaña 2015-2016; No obstante, el efecto de la escasez hídrica sobre el cuajado, el desarrollo del fruto y la lipogénesis condicionaron a la baja las previsiones iniciales.

En escenarios similares y para evitar el estrés o sobre-estrés hídrico y asegurar la maduración óptima de la aceituna es importante que el olivo mantenga un nivel hídrico y nutricional óptimo durante la fase de endurecimiento del hueso. En olivar de regadío es primordial mantener los bulbos húmedos para potenciar la lipogénesis e intentar que el árbol no sufra un desgaste fisiológico que afecte a la cosecha. Aquellos olivicultores que realizan riegos de apoyo en los meses de parada vegetativa invernal (de enero a marzo) pueden garantizar la producción, en caso contrario el olivar alcanzará niveles críticos de humedad que lastrarán la cosecha.

En olivar de regadío es primordial mantener los bulbos húmedos para potenciar la lipogénesis y evitar que el olivo sufra un desgaste fisiológico que afecte a la producción.

ESTADO HÍDRICO DEL OLIVAR: MEDICIÓN Y CONTROL

Conocer el estado hídrico y realizar seguimientos continuos, sobre todo en periodos de fuerte sequía, nos ayudará a valorar la situación hídrica del olivo y actuar en consecuencia evitando un desgaste indeseable de la planta. Para ello, es recomendable evaluar dos parámetros importantes: 

  1. El nivel de estrés hídrico
  2. El nivel de humedad del bulbo húmedo

El seguimiento del nivel de estrés hídrico y de la humedad del bulbo húmedo aporta información sobre cuándo y cuánto regar. 

Para conocer el nivel de estrés y valorar si la estrategia de riego que seguimos es la correcta se puede utilizar la cámara de presión o bomba de Scholander, una herramienta muy útil de medición del potencial hídrico del árbol. El protocolo de funcionamiento es muy sencillo, una hoja unida al tallo se coloca dentro de una cámara sellada y luego se introduce lentamente gas presurizado. A medida que la presión aumenta, llega el punto en el cual la savia sale del xilema y se visualiza en el extremo cortado del tallo. De esta forma, cuanto más negativo sea potencial hídrico mayor será el estrés hídrico soportado por el olivo debido a que la planta tiene que ejercer más fuerza de succión y consumir más energía para extraer el agua del suelo.

En cuanto al nivel de humedad del bulbo húmedo es interesante la instalación de un sistema de Riego Inteligente. Este sistema permite monitorizar los principales parámetros del cultivo: Suelo-Clima-Planta y hacerlos visibles mediante gráficos través del cualquier dispositivo móvil. Está compuesto por:

  • Sensores inteligentes: miden la humedad y temperatura del suelo y el clima. Por una parte, registran el grado de humedad y la dinámica de la humedad del bulbo húmedo (a diferentes profundidades). Y por otra, la evolución de la Tª del suelo que condiciona el comportamiento y evolución de enfermedades como la Verticilosis, Phytophtora y Pythium, Fusarium o Repilo plomizo. En cuanto al clima, registra la temperatura ambiente, la humedad relativa y con ello, podemos conocer  déficit de presión de vapor del ambiente que afecta directamente al olivo.
  • Datalogger: recoge los datos de los diferentes sensores y los envía vía GPRS/GSM a una plataforma de almacenamiento. La información que muestra es realmente útil a la hora de programar los riegos y que estos sean efectivos.

TOMA DE DECISIONES SOBRE EL RIEGO: CUÁNDO Y CUÁNTO REGAR 

Mostramos un caso real de una finca monitorizada con un sistema de Riego Inteligente, ubicada en la campiña sur de Jaén, durante el periodo de mayo 2015-noviembre 2015. En ellos analizamos la situación inicial y el impacto de la sequía. Así como la estrategia y decisiones tomadas y los efectos sobre la producción. 

CASO 1

  • Periodo 1: 2 Mayo-27 Junio 2015. Estado fenológico: Floración-Cuajado y Formación del fruto (fases de mayor demanda de agua).

Las lluvias durante los meses de marzo y abril, aunque escasas, aliviaron potenciales problemas hídricos. Concretamente, en la última quincena de marzo las mediciones de los sensores de humedad mostraron que en ciertas zonas (Sierra Sur) con mayor incidencia de precipitaciones se alcanzaron niveles óptimos de agua disponible. Pero en el resto de las comarcas de Jaén las lluvias en este periodo fueron muy escasas y, desde luego, esas precipitaciones no fueron efectivas para cargar el perfil del suelo. Como se muestra en el gráfico 1, durante los meses de mayo y junio, debido al riego continuado el nivel de humedad del bulbo se mantuvo en la Zona Óptima; El objetivo era controlar el estrés hídrico y evitar sus efectos negativos sobre la floración, cuajado y formación del fruto. Para ello, recomendamos realizar aplicaciones de 8 riegos/semanales (18h/semanales) y de este modo mantener la humedad del bulbo húmedo. Las mediciones posteriores que se hicieron con la cámara de scholander confirmaron que el cultivo no había sufrido estrés hídrico. En las últimas semanas del periodo, el estrés aumentó pero sin afectar negativamente a la planta.

  • Periodo 2 : 28 Junio-31 Julio 2015

En la última semana de junio comenzó la primera ola de calor y el inicio de un periodo de sequía importante en plena fase de crecimiento de la aceituna. Este periodo se caracterizó por la gran inestabilidad de la humedad del bulbo debido a la evotranspiración del suelo-planta motivado por  las altas temperaturas. En este caso, y para evitar el estrés de la planta en esta etapa, recomendamos mantener el nivel de humedad óptima y para ello se decidió aumentar la frecuencia de riego durante las siguientes semanas, aplicaciones de 10h/entre semana y 8 h/fin de semana, sin hacer excesos de consumo de agua. Mismas horas de riego, más frecuentes = Riegos más efectivos. Y paralelamente se aprovecharon estos riegos para fertirregar reforzando al árbol.  En este segundo gráfico mostramos el periodo comprendido entre el 1 Agosto y el 4 de Noviembre.

CASO 2

  • Periodo 1: 1 Agosto-15 Septiembre 2015

Analizando este periodo comprobamos que hubo un repunte del estrés hídrico debido a la gran sequía y las altas temperaturas. Aun sufriendo estrés, sus efectos sobre la planta no fueron tan negativos debido a que durante este periodo el olivo muestra insensibilidad al estrés hídrico. No obstante, recomendamos mantener la frecuencia de riego marcado en el periodo anterior (aplicaciones de 10h/entre semana y 8 h/fin de semana) y mantener la humedad del bulbo; de esta forma también se controlaron los gastos energético y de agua.

  • Periodo 2: 16 Septiembre-4 Noviembre 2015

Este periodo se caracterizó por la bajada de la temperatura ambiental y aumento de la temperatura relativa, por lo que el Déficit de Presión de Vapor se redujo considerablemente, coincidiendo con la fase de formación de aceite. Por tanto, se  hacía necesario recuperar el equilibro hídrico y tratar de controlar el estrés para que no afectara a la lipogénesis y asegurar una buena campaña. Para ello recomendamos realizar 2 riegos de 8 horas/semana y 1 riego de 12h/fin de semana, optimizando los consumos de agua y energía. Como se aprecia en el gráfico, logramos reducir el estrés hídrico, mantener la humedad del bulbo en la zona óptima y una cosecha récord. Paralelamente se consiguió un aceite de oliva más equilibrado en la variedad picual. 

RECOMENDACIONES PARA EL CONTROL DEL ESTADO HÍDRICO

Mantener y controlar el equilibrio hídrico del cultivo durante todo el año mediante un sistema de Riego Inteligente.

*

Procurar la humedad constante del bulbo húmedo. Esto no implica un riego desmedido, si no adaptarlo en aquellas épocas con mayor necesidad, tanto por la demanda de la planta como por las condiciones meteorológicas. 

*

«REGAR SÓLO CUANDO EL OLIVO LO NECESITA» para evitar el daño fisiológico del árbol que pueda afectar a la formación de fruto y reducir la probabilidad de enfermedades edáficas.  

*

Si el objetivo es elaborar un aceite de oliva con un perfil organoléptico determinado, a través del riego inteligente podemos “modularlo” dependiendo del nivel de estrés hídrico al que sometamos al olivo. 


¿Quieres controlar el estrés hídrico de tu olivar, hablamos?


 

Artículos relacionados
Olivicultura de Precisión. La nueva era del olivar

La OP permite a los productores gestionar mejor y rentabilizar sus explotaciones.

El Olivar que habla, ya es una realidad!

Una herramienta de gran utilidad para la monitorización del cultivo.

Diagnóstico Nutricional Avanzado

La mejor herramienta para conocer el estado nutricional del olivo todo el año.

Estrategias de Fertirriego del Olivar

Los principales métodos de fertirriego del olivar.

¿Podemos ayudarle? Escríbenos