SOLUBILIZACIÓN DE FOSFATOS

El fósforo (P) es un nutriente esencial para el desarrollo de las plantas; Está vinculado a diferentes procesos como el crecimiento, floración y cuajado del fruto desempeñando un papel fundamental en la síntesis de proteínas, biosíntesis de lípidos, síntesis de clorofila, compuestos carotenoides, metabolismos de ácidos orgánicos y biogénesis de los glúcidos… entre otros. El fósforo es el segundo elemento limitante después del nitrógeno. Es asimilable por la planta en forma de ésteres de fósforo solubles: H₂PO₄^– (monobásico) y HPO₄^2- (dibásico).

Los árboles deficitarios en este macronutriente tendrán un desarrollo vegetal reducido, poca fertilidad de sus flores y un cuajado irregular del fruto. Su concentración en hoja está directamente relacionada con los ciclos de sequía y lluvia. Así, durante el ciclo de lluvia es fácil encontrar valores por encima del 0,1% en verano, en cambio, en periodos de sequía y en zonas secas es frecuente encontrar valores en verano por debajo de 0,6% o inferiores. Esta deficiencia se acentúa en suelos muy arenosos con poca capacidad de retención de fósforo y en algunos tipos de suelos arcillosos. Restablecer los valores normales se puede realizar vía foliar, a pesar de ser un nutriente que se absorbe con dificultad a través de las hojas, o mediante a la aplicación de bioestimulantes, vía fertirriego, que favorecen la transformación y asimilación del fósforo.

El fósforo presente en los suelos agrícolas puede estar en forma inorgánica, formando sales con los iones Ca²⁺, Mg²⁺, Al³⁺ y Fe³⁺, o bien, en forma orgánica formando parte de compuestos que constituyen la Materia Orgánica del Suelo (MOS) siendo todas ellas formas de fósforo insoluble no disponible para la planta. Las bacterias PGPR principalmente del género Pseudomonas y Bacillus tienen la capacidad de solubilizar el fósforo presente en el suelo transformándolo en fósforo soluble asimilable para la planta, para ello, utilizan dos mecanismos diferentes dependiendo de la forma de fósforo de la que partan: orgánico o inorgánico.

Estos dos mecanismos son: 

1. Solubilización de fósforo inorgánico

Las bacterias PGPR metabolizan los azúcares procedentes de los exudados de la raíz y secretan ácidos orgánicos (láctico, cítrico, butírico, málico, etc.) como metabolitos. Estos ácidos orgánicos actúan como agentes quelantes captando iones Ca²⁺, Mg²⁺, Al³⁺ y Fe³⁺ presentes en las sales del suelo y liberando así ésteres de ácido fosfórico (H₂PO₄^– y HPO₄^2-), es decir, fósforo soluble asimilable.

2. Mineralización de fósforo orgánico

Las bacteria PGPR solubilizan el fósforo orgánico presente en la materia orgánica del suelo mediante enzimas conocidas como fosfatasas que catalizan la reacción de hidrólisis de este fósforo orgánico a ésteres de fósforo inorgánico soluble (H₂PO₄^– y HPO₄^2-) disponibles para las plantas.

EFECTOS EN EL OLIVO

• Facilita la disponibilidad del fósforo en el suelo.
• Mejora el crecimiento vegetativo de la planta y su productividad.
• Favorece la floración y fertilidad de las flores
• Potencia el cuajado del fruto y que este sea regular.
• Disminuye la aplicación de fosfatos de síntesis química al suelo.

¿CÓMO RECUPERAR Y POTENCIAR LA FERTILIDAD DEL SUELO? 

Cada suelo agrícola tiene sus propias características que lo hacen único y responde de forma distinta a los tratamientos. De aquí la importancia de realizar un estudio bioquímico personalizado del suelo, testando y seleccionando aquellos bioestimulantes con mayor actividad sobre las poblaciones de bacterias PGPR que mejor se adapten a las necesidades del suelo y diseñar tratamientos personalizados capaces de mejorar sus propiedades fisicoquímicas y biológicas del suelo y favorecer su fertilidad y biodiversidad.